A oscuras

Crítica de Jorge Grez - El rincón del cinéfilo

“A oscuras”, segundo largometraje (*) de Victoria Chaya Miranda (directora, guionista y productora), es un drama coral sobre tres personajes vinculados a la noche porteña; Lola (Esther Goris), una diva grande que se encuentra en su etapa de decadencia, Ana (Guadalupe Docampo), una bailarina que se gana la vida bailando en el caño, pero que sueña con el baile clásico, y Lucio, el encargado de un boliche nocturno , adicto a la cocaína, interpretado por Francisco Bass.

Ya podemos inferir el porqué del título.

Las tres historias tienen en común la desesperación y la soledad de los protagonistas, quienes están aislados en sus problemáticas (solitarias y marginales), pero que cuentan con personajes secundarios (muy humanitarios), diría más bien de apoyo, que van tomando preponderancia a través de la solidaridad hacia dichos personajes, con Mario, un taxista, muy bien interpretado por Arturo Bonin, y un cafetero, a cargo de German de Silva.

La trama nos muestra un micro mundo de turbios negocios, y la necesidad de los protagonistas de no sucumbir en la depresión; la pesada carga que las mujeres llevan en una sociedad desigual. La directora aposto a seguir a esas criaturas que tratan de escapar a su sino, logrando un film dramático con las incertidumbres que les toca vivir cotidianamente.

Pablo Parra cumple a la perfección con la cámara y fotografía, interesante en lo visual y el tratamiento de cámara logrando acentuar lo que la realizadora nos dice con el título. Por su parte Catalina Oliva en su rol de directora de arte logra que los escenarios sean creíbles, impecables y, sobre todo reales, acompañado por la música de Lula Bertoldi.

El guion adolece de algunas deficiencias, cuando deja algunos personajes colgados de la brocha, sí, podemos imaginarlo, pero lo que no está explícito en el film no existe, al menos así me lo enseño mi profe. El trabajo actoral es satisfactorio, no sólo en los actores con trayectoria, sino en general, sobresaliendo, como queda dicho, Esther Goris, Arturo Bonin y Guadalupe Docampo.

Interesante producción que presenta a una realizadora interesante, que sabe lo que hace y lo que quiere hacer.

(*) “Eso que llaman amor” -2015-, además del cortometraje “Cómodos” -2017-, que participó en la sección “Marche du film” en el festival de Cannes, y, pendiente de estreno, “Lo habrás imaginado”