4x4

Crítica de Matías Lértora - Cines Argentinos

4x4 es, sin dudas, una de las películas argentinas más entretenidas de los últimos tiempos.
Asimismo, es el film de Mariano Cohn (más Gastón Duprat en alguna capacidad) que más disfruté desde El hombre de al lado (2009).
La idea es tan simple y tan buena, que es imposible no pensar “cómo no se me ocurrió a mí”.
Es una mezcla entre Phone Booth (2002) y Burried (2002), pero con identidad criolla, en el sentido más amplio de la palabra.
Hay que tener en cuenta que más del setenta por ciento de la cinta transcurre dentro de una camioneta, y eso es muy difícil de sobrellevar, a no ser que la actuación, la edición, la música, y el guión, funcionen bien. Y aquí todo funciona de maravilla.
Peter Lanzani, entre los mejores de su generación, está excelente una vez más. Definitivamente los papeles marginales son lo suyo, pero me gustaría verlo también en otras cosas.
Aquí está solo. Es él y la cámara. Una voz (la de Dady Brieva) al otro lado del teléfono, y nada más.
Mucha potencia en todas estas escenas, en verlo a él como interactúa con la camioneta y con las calles.
Por ello, está bueno aclarar que ese barrio, que esas intersecciones, no son reales sino un set construido. Todo pensado al milímetro para la puesta y los planos.
Un gran laburo de dirección y producción, desde la escala más grande hasta los detalles de arte, tales como cierto poster (gran easter egg).
En el tercer acto hay un quiebre y la película cambia, te puede gustar más o menos. Pero está bien ejecutado.
Lo que a mí no me convenció es el climax, pero se debe a que construí uno en mi propia mente, algo que suele suceder si la película es buena y te engancha.
En definitiva, 4x4 es entretenimiento del mejor, y una prueba más de que el cine argentino puede apostar para cualquier lado, no importa el género.