15:17 Tren a Paris

Crítica de Federico Ignacio Bazán - Cuatro Bastardos

15:17 Tren A París: Un viaje a la realidad.
Llega el nuevo film de Clint Eastwood basado en una historia real en el que los tres jóvenes protagonistas, son los mismos que participaron del hecho.
El señor Eastwood que viene de hacer otras dos películas sobre personas reales, hablo de “American Sniper” (2014) con Bradley Cooper y de “Sully” (2016) con Tom Hanks. Ahora le toca a; 15:17 Tren A París. La clase de historia que sabemos cómo termina, sí es que leíste o investigaste algo sobre esto antes. En este caso aunque no quieras saber, estás enterado de que los personajes principales fueron “héroes”, y que el film trata sobre cómo estos jóvenes se encontraron con un terrorista a bordo del tren. Como también estaremos seguros de que sobrevivieron al hecho ya que ellos mismos se interpretan en la película. El director Clint Eastwood quería este nivel de realidad, por lo que para él fue una experiencia nueva la de lidiar con actores que no son actores. Hablo de Spencer Stone, Alek Skarlatos y Anthony Sadler.
En términos narrativos, la guionista Dorothy Blyskal adaptó el libro escrito por ellos tres y Jeffrey Stern y entendemos por qué Eastwood lo tomó para dirigir, ya que implementa técnicas narrativas similares a las del film Sully. Hablo de los flashback, intercalando escenas de lo que sucede en el tiempo presente. La historia comienza con la cámara que sigue a una valija en una estación. Para que luego, uno de los jóvenes nos cuente como conoció a los otros dos, con flashbacks al pasado de ellos, de pequeños. Y en el que conocemos a sus madres interpretadas por las geniales Jenna Fischer (The Office) y Judy Greer. Madres que deben lidiar con las actitudes rebeldes de sus hijos, Skarlatos y Stone, que no encajan en el colegio cristiano en el que están, siendo victimas de bullying por parte de algunos compañeros. En una de estas detenciones conocen al tercer integrante, Anthony Sadler.
Se hacen amigos, juegan con armas de juguete. El personaje que aparece más en pantalla es Spencer Stone, que tiene muchas armas de juguete (Y un arma verdadera para cazar) en su armario, las cuales se las muestra a Sadler. Cuando sucede esto, el film lo toma como algo común, pero…si nos ponemos a pensar ¿No podría haber resultado mucho peor? Teniendo en cuenta el historial de atentados en escuelas que tiene Estado Unidos.
Más allá de eso, el film pasa a la etapa de más adultos de los protagonistas. Están entre los 20, 23 años de edad. Acá es donde aparecen los que no son actores, y se nota. Pero esto es lo que hace al film interesante a la vez que decepciona. Un arma de doble filo, porque algunos diálogos carecen de realismo, se nota la diferencia en varios momentos y se aprecia el por qué Stone, el mejor en hacerlo, aparece más que los otros dos. A pesar de que Sadler se ve como el más suelto en pantalla.
El film comienza bien y es entretenido porque nos adentra en el camino que se esfuerza por seguir Stone, que solo quiere ayudar a las personas y alistarse al ejército. Aunque Skarlatos también, no lo vemos mucho.
Es en Stone en quien nos enfocamos y es por una razón importante que conocemos al final. Aún así, en el desarrollo del film, vemos en varias secuencias como se desvanece o se desvía la narración, al no haber un antagonista identificado. ¿No es el terrorista? No. Acá es otra cosa. Es casi un documental de cómo ellos llegaron a dónde están ahora. Las secuencias nombradas no son más que Stone y Sadler viajando de mochileros por Europa. Paisajes, chicas, y la llegada de Skarlatos. Esto es gran parte del film, por lo que resulta difícil mantener el nivel dramático. Estos viajes quizá sean para lograr enpatía con los personajes, así el clímax logre el impacto, que aunque lo hace no es suficiente.
Sin embargo vinimos a ver una historia de vida. ¿O acaso no es eso el cine? Con algunas películas logramos conocer historias impresionantes que quizá nunca hubiéramos escuchado o visto en la vida real y Clint Eastwood con algún que otro golpe al cristianismo, algún chiste, su buen manejo en la cámara mostrando Venecia, Roma, y otras ciudades de manera preciosa, con ayuda del director de fotografía Tom Stern (Changeling, Mystic River, American Sniper), consigue que el film no resulte aburrido.
Esto no quiere decir que sea pura acción. No esperen una película con gente encerrada en el tren cual Train To Busan, o alguna de Liam Neeson. Esto es mucho más real. Eastwood quiso mostrar una historia genuina, usando a las mismas personas que realizaron esas acciones. Jugando con la causalidad y la casualidad. Puede resultar incómodo alguna que otra actuación o diálogo, pero son ellos los que hicieron ese acto heroico de verdad.
¿El destino nos guarda a cada uno de nosotros algo grandioso? Habrá que esperar. Para estos muchachos, ya les sucedió algo significante, y ésta es la historia.