12 horas para sobrevivir

Crítica de Daniel Garabal - Clave Noticias

Un film con confuso sobre la violencia

La segunda parte de “Día de expiación” retoma la noche de exterminio permitido pero con una filosofía bastante confusa.

La primera película de esta saga contaba como en el año 2022, gracias a los Nuevos Padres Fundadores de los EE.UU., la pobreza y la violencia habían bajado a niveles cercanos al 0%. Esto se había logrado realizando la noche de purga. Esta permitía que durante doce horas (desde las 7 de la tarde del 21 de marzo hasta las 7 de la mañana del 22) cualquiera pudiera sacar su bestialidad y su miseria y pudiera cometer cualquier tipo de asesinato sin tener que ser juzgado ni encarcelado.

Esa noche todo era valido. Por esto es que algunos grupos salían a cazar a los más podres que eran los que contaban con menor posibilidad de defensa, o de vengarse con alguien matándolo salvajemente. Allí se mostraba como el sacar toda esa violencia no servía de nada. El mensaje era bastante claro.

En esta segunda parte, más que en la parte filosófica de lo que significa la noche de purga, se basa en tres historias que en un punto se unen para seguir adelante. Una madre y una hija que son buscadas por una especie de ejercito (que al final se sabrá de quien dependen) por ser pobres. Un joven matrimonio que es acosado por un grupo de hombres para ser entregados a algunos poderosos. La tercera historia es la de un policía que sale a purgar (matar) a un hombre que atropello con el auto y mato a su pequeño hijo y que por un error técnico salió en libertad. Estas cinco personas son las que se unirán para tratar de sobrevivir.

Pero en el medio vuelve a salir la miseria humana, la violencia desmedida y la aceptación de esta nuche de purga para ciertos casos, dejando un mensaje confuso si esta bien o esta mal, y quien decide si esta bien o esta mal matar a otro ser humano. Es tremendo el mostrar que los de mayor poder adquisitivo, los que se suponen serían los más cultos e inteligentes, negocian para ellos también aprovechar y sentir que se siente matar a otro ser humano, pero todo bajo el amparo de la ley. El film esta bien realizado y tiene una buena dosis de suspenso, pero el problema es lo que transmite. Ese es quizás su mayor problema.