Su desarrollo va generando tensión, suspenso y un toque de terror psicológico, con momentos escalofriantes. Con momentos asfixiantes, su relato va generando lo que propone, con pocos personajes, buenas locaciones, un buen trabajo de cámara, la iluminación apropiada y todo va generando buenos climas dentro del género.
Su narración resulta algo lacrimógena y sobre todo si sos padre. Se ponen la película al hombro: Jennifer Garner, Martin Henderson, Queen Latifah y a la pequeña Kylie Rogers. Resulta algo previsible desde su titulo y contiene un mensaje esperanzador.
Resulta una historia interesante, su narración se va transformando a partir de escenas que aportan bastante tensión, suspenso y lo constituyen en un atractivo thriller político, donde vuelven a tener un gran protagonismo la utilización de los drones, tiene una temática similar a la película “Good Kill” (2014) de Andrew Niccol. Soberbias actuaciones de: Hellen Mirren, Aaron Paul y Alan Rickman en uno de los últimos trabajos de su carrera. Una propuesta interesante e ideal para el debate.
Un historia diferente, de un video juego llevado a la pantalla grande, bastante novedoso, con una estética diferente a la que estamos acostumbrados a ver en cine, contiene mucha acción, vértigo, adrenalina y violencia. La música bien elegida y toques gore. Ideal para los fanáticos de los videojuegos.
Es una comedia sencilla, con distintas situaciones de la vida, buenos diálogos, con momentos conmovedores y otros que te arrancarán varias sonrisas, una historia coral, franca, entretenida, contiene un mensaje positivo y con un elenco de lujo.
Si te suelen gustar las historias de los hermanos Coen en esta oportunidad tenes que aprovecharla y vuelven a convocar actores que ellos ya conocen y se entienden. La conforma un gran elenco. Distintas situaciones, diversidad de personajes, absurda, con enredos, guiños de otros films, humor negro, disparatada y toques para la nostalgia. Entretenida para ver el cine dentro del cine. Ideal para fanáticos.
Habla sobre los momentos difíciles que pueden vivir editores y/o escritores, y en este caso uno de los protagonistas está atravesando una profunda depresión donde una noche cuando se aparece en medio de esa oscuridad en la cual se encuentra inmerso, una joven escritora que puede ser un ángel o demonio le hace revivir su pasado (algunos pasajes por los tiempos de la dictadura militar) y presente. La historia tiene un corte muy teatral, todo se desarrolla en un mismo ambiente, que puede resultar hasta claustrofóbico, con una luz muy tenue, entre alcohol y cuatro personajes interpretados por Alejandro Awada, Marina Glezer, Patricio Contreras (el sereno, no se destaca demasiado) y Romina Ricci. Existe otro personaje bastante desaprovechado: Diego Peretti como asistente de la editorial y su puesta termina siendo algo parsimoniosa.
Es una historia fuerte donde se vuelve a tocar el tema del abuso sexual de los sacerdotes a menores. Aquí se relata a través del flashback como un adolescente sufrió en carne propia los atropellos físicos y psicológicos por parte del cura. De qué forma cuenta su experiencia, después de 20 años desenmascarando este lugar y a la envestidura de un representante de Dios. Cuenta con la extraordinaria actuación de Luis Gnecco (merece un premio) que compone al manipulador y autoritario Karadima, todo su cuerpo se proyecta en cada escena y su cara entre santo y diabólico. Todo se encuentra bien narrado, la cámara toma no solo a sus protagonistas, sino también sus locaciones, sus pinturas, imágenes, música e interpretaciones que se van tomando sus tiempos. Al espectador lo tiene en tensión cada situación y más aun cuando conoce el desenlace a través de los títulos finales. El tema está candente, tanto en nuestro país, como cuando vimos hace poco el film ganador del Oscar “En primera plana” que hablaba de la pedofilia en la ciudad de Boston.
Los intérpretes realizan una clara descripción de sus sentimientos y su verdad, todo rodeado de una muy buena fotografía, iluminación y testimonio. Te lleva a la reflexión y el análisis.
Cuenta con una gran estética y sus imágenes son en blanco y negro, cuenta con correctas actuaciones como la de Clotilde Courau (“La vida en rosa”- Edith Piaf), contiene buenos diálogos, toques de humor, habla de los conflictos conyugales y un triángulo amoroso.