Diego Capusotto es el actor cómico argentino de los últimas décadas. Punto. Desde sus comienzos televisivos durante los ’90, en De la Cabeza y luego en Cha Cha Cha, podía notarse que era un distinto, con un sentido del humor y de la sátira social que nunca temía ir más allá del absurdo (Por momentos se arriesgaba más que sus compañeros de elenco, liderado por el gran Alfredo Casero). Imposible olvidar personajes como Sidharta Kiwi y su “Nos enyoguizamossss...”. Luego de la incursión en el poco recordado ciclo Delicatessen, entre 1999 y 2002, con Fabio Alberti (también compañero en los ciclos mencionados) estuvieron al frente de Todo por $2, donde bombardeaban al los fanáticos con su arsenal de sketchs, parodias y personajes estramáboticos (El Hombre Bobo, Irma Jusid, Vinasi).
Son innumerables las series de televisión (sobre todo estadounidenses) tienen su versión cinematográfica. Muy pocas realmente lo valen, y casi ninguna logra tomar vuelo propio. Casi, porque los films de Misión Imposible ya constituyen una verdadera saga cinematográfica. Producidos y protagonizados por Tom Cruise, se despegaron de la serie —suceso catódico de fines de los ‘60 y principios de los ’70— y crearon una mitología nueva.
Realizó toneladas de éxitos, es multimillonario, ganó premios Oscar. Descubrió nuevos talentos, potenció a artistas consagrados. Está considerado el mejor director de cine vivo. Lejos de dormirse en los laureles, Steven Spielberg sigue detrás de nuevos desafíos. Esta vez, se asoció con el no menos exitoso y virtuoso Peter Jackson para llevar al cine la obra cumbre de Georges Prosper Remi (mejor conocido como Hergé) y un icono de la cultura popular: Tintín...
Cuando los grandes directores están varios años sin filmar, el público que los idolatra nunca deja de extrañarlos y los espera con ansias. Tal es el caso de Cameron Crowe. Este año regresó por partida doble: primero, Pearl Jam Twenty, documental sobre la mítica banda de Seattle, y ahora, su nueva obra de ficción: Un Zoológico en Casa.
Si asociamos cine y tiburones, enseguida viene a la mente una de las obras maestras de Steven Spielberg (sí, esa que están pensando). Dicha sociedad se repitió durante años, sin nunca alcanzar el nivel de genialidad conseguido por el papá de ET, pero con resultados entretenidos. Como las secuelas de esa película, por ejemplo, y Alerta en lo Profundo, famosa por la terrible e inesperada muerte del personaje de Samuel L. Jackson. Este año, con un título argentino similar, y por el mismo director de Terror a Bordo (también protagonizada por Samuel L.), llega Terror en lo Profundo...
Cuando se estrenó Shrek 2, hubo un personaje que se robó todas sus escenas y, por momentos, opacó al ogro: el Gato con Botas. Inspirado en el personaje del cuento de Charles Perrault que lleva el mismo nombre, era una suerte de antihéroe latino que, cuando la espada no da resultado, conmovía a sus adversarios poniendo una tierna carita de víctima. Antonio Banderas fue el encargado de ponerle la voz y también la actitud, y ahora cuesta imaginar a ese personaje trabajado por otro actor. Era cuestión de tiempo que se estrenara de una película protagonizada exclusivamente por el gato. Y por fin llegó a las salas, y en 3D.
Sin dudas, Garry Kent Marsciarelli, mejor conocido como Garry Marshall, es una leyenda viviente de Hollywood. Un referente de la comedia y de las películas románticas. Fue el responsable máximo de series como Happy Days, Mork y Mindy y Laverne y Shirley. Dirigió films de la talla de Mujer Bonita, un megaéxito que consagró a Julia Roberts. Uno de sus más recientes logros fue descubrir a Anne Hathaway, a quien puso de protagonista en Diario de una Princesa y su secuela. Pero Año Nuevo es una nueva muestra de que su magia anda a la deriva.
Uno ya sabe qué esperar de Solondz, y el director no está dispuesto a traicionarse, aún sabiendo que hace lo de siempre. Life… es la continuación de Felicidad, pero con otros actores haciendo de esos personajes. Otra vez está la familia disfuncional, la pedofilia, los niños confundidos, la obsesión por mostrar la cara más mugrienta de la sociedad norteamericana...
Amadas por muchos y odiadas por muchos otros, las historias de Crepúsculo ya forman parte de la cultura popular del siglo XXI. Un Romeo y Julieta, pero con vampiros y humanos, que cautivó a medio mundo. El éxito descomunal de las novelas de Stephenie Meyer y de las películas no son indiferentes a nadie. Y ahora se acerca a su fin. Siguiendo con el ejemplo de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, la adaptación cinematográfica de Amanecer fue dividida en dos. La primera parte se estrena este año y es la que hoy nos aúna.
Antes de meternos con La Cosa de Otro Mundo, es preciso hacer un poco de historia. En 1948 fue publicado el cuento “Who Goes There?” (“¿Quién anda ahí?”), escrito por Don Stuart, seudónimo de John W. Campbell, famoso en el mundo de la literatura fantástica por haber sido editor de la revista Astounding Science Fiction. “Who Goes There?” mostraba a unos científicos enfrentándose a un extraterrestre en la Antártida. Un ser capaz de adoptar la forma de sus víctimas.