De encuentros y desencuentros Luego de separarse en España, Paco vuelve a la Argentina para el casamiento de un amigo. Allá queda su hijo a cargo del negocio y parte de su vida, que ahora compara con ésta de la ciudad en la que vivió su infancia y su adolescencia. TRES GENERACIONES Ciudad de las primeras experiencias y los primeros amores como el de Margarita, con la que se reencuentra. Margarita ahora es maestra jubilada y emprendió una nueva actividad, esta vez totalmente comercial. Con ella quiso establecer una relación estable, pero no pudo ser. Tampoco Margarita se olvidó de él y ahora prueban el reencuentro, y por qué no, la posibilidad de un final feliz. ‘Cuando yo te vuelva a ver’ es un filme de pequeñas situaciones, sentimientos fuertes y personajes queribles, que incluye flashbacks y buenos actores. Con un comienzo mejor quizás que los finales y algunas situaciones que dejan con las ganas al espectador de una mayor permanencia de la pareja protagónica, el filme tiene una estructura sencilla y un lenguaje simple. Lo mejor está a cargo de la pareja protagónica. Ella es la cálida Ana Maria Picchio (‘La tregua’) y el excelente Manuel Callau, con la solvencia actoral de Alejandro Awada, Malena Solda, y un buen elenco secundario. Mínima historia de encuentros y desencuentros con locaciones en Balcarce y la particularidad de que su protagonista femenina está acompañada de su hija y su nieta en la vida real.
Un policial algo convencional El filme se centra en la historia de Cinthia, esa chica muy joven que espera a los ‘clientes’ en la zona roja de Buenos Aires con sus colegas de siempre. Y justo ahora aparece ese viejo que no le gusta, muy bien trajeado, pero tan vicioso y pesado que la exaspera. Sin embargo es el que mejor paga. Claro, dicen que es un político. Cinthia no sabe que en horas estará huyendo manchada con la sangre del diputado, aspirante a diputado o lo que sea, al que un extraño le disparó varios tiros en ese hotel del Bajo al que fueron juntos. A partir de ese momento todo cambiará para ella. Aparecerá Julián, un desconocido salido recién de la cárcel, que se jugará por la chica y con quien podrá refugiarse en casa de Rita, una travesti amigo. Pero nada saldrá como lo pensaban, porque esto es una causa de corrupción, gente del poder, drogas y hasta un periodista que sigue la trama desde un diario que espera la primicia. PELICULA DE GENERO ‘Rouge amargo’ es un policial convencional, dentro de las llamadas ‘películas de género’, con una trama obvia, sin sorpresas, con estereotipos en cuanto a personajes, un lenguaje muy televisivo y eso sí estupendo ritmo. Gustavo Cova es el director de la recordada ‘Alguien está mirando’ y la lograda ‘Boogie el Aceitoso’, entre otras y aquí tiene el apoyo de actores como Luciano Cáceres que es Julián, el recién salido de la cárcel, la promisoria Emme (‘El niño pez’) y una revelación para el cine, Gustavo Moro como Rita. Con ellos, el profesionalismo de Rubén Stella, junto al malo muy malo Cesar Vianco y en el papel del periodista, Nicolás Pauls.
El mundo en un rompecabezas Nuevamente el equipo de ‘Rápidos y furiosos’, en una de sus habituales historias complicadas. Esta vez el asunto pasa por las armas militares de peligro extremo. Mientras uno de ellos, Luke Hobbs, parte para tratar de solucionar un robo ocurrido en Berlín, en el que que pareciera estar complicada Letty, miembro del equipo, desaparecida poco tiempo atrás; otro de los integrantes del grupo, deja a su joven esposa y su bebé para reencontrar al resto del team y ponerlos al tanto de lo que está pasando. Pero habrá más de una sorpresa, como encontrar a la ausente Letty convertida en una peligrosa enemiga. ‘Rápidos y furiosos’ satisfacerá nuevamente las expectativas de sus seguidores. Nunca tan exagerada, nunca tan colmada de efectos especiales, de autos que rebotan por el aire, camiones con acoplados volando hacia los cielos, sorpresivos tanques de guerra salidos de la nada y otras exquisiteces tecnológicas. DESPLIEGUE VISUAL Lo único que falta es argumento, porque todo es tan simple, tan obvio. Eso sí, con el mejor humor, las mejores tomas, el mayor despliegue visual y lo último en efectos especiales. Claro que los que gustan de este tipo de películas, no necesitan muchas palabras. Cuanta más acción, mejor. Los actores, los de siempre, la apasionada Michelle Rodriguez, Eva Mendes como Monica Fuentes y los músculos increíbles de Dwayne Johnson como Luke Hobbs y lo último en variantes de Tae Kwondo y otras yerbas orientales. La música acompaña con nerviosismo y garra.
Noble afirmación de la identidad Con sorprendente dominio del lenguaje cinematográfico, la debutante Daniela Seggiaro, logra un relato en que el contrapunto entre la narración lineal y la evocación casi lírica, logran un ensamble rico y fluido. Un hogar de clase media baja en un pueblo del Chaco. Varios chicos, la mayor, a punto de cumplir los quince. La madre dedicada a la casa y a la explosión de tantos chicos, siempre listos para hacer travesuras. El marido, un poco reticente al trabajo, despreocupado y dispuesto a desaparecer por alguna nueva posibilidad de trabajo. Y también está Yolanda, la criada wichi, apenas adolescente. Callada, paciente, recordando y a veces recibiendo la visita de algún pariente tan callado y paciente como ella. Yolanda habla como una criolla, pero en el recuerdo, con la familia, en wichi, su idioma natal. Y su recuerdo es la Naturaleza, el agua, la selva, la tierra, los pájaros, el sol y la luna. La necesidad la tiene anclada a Sara y sus chicos, siempre atendiéndolos por unas monedas. Algo la sacará de ese casi marasmo, cuando su identidad rebrote y diga basta. BUEN ENSAMBLE Filme sobre la intolerancia, sobre el resquebrajamiento de la identidad. Sobre los límites y la frágil frontera que separa dos pueblos. Con sorprendente dominio del lenguaje cinematográfico, la debutante Daniela Seggiaro, logra un relato en que el contrapunto entre la narración lineal y la evocación casi lírica, logran un ensamble rico y fluido. Historia real recibida por la directora de su madre antropóloga, Seggaro logra, con mínimos recursos, un tiempo a veces moroso y pocas palabras, mostrar la distancia de culturas diferentes y acertar con un relato mínimo. Un hecho aparentemente menor, como el corte de una cabellera, muestra el frágil límite de códigos enfrentados y el seguro pase hacia la intolerancia.
Una humorada de escaso nivel El filme trata de hacer una parodia del filme "Mamá", pero logra simplemente una humorada bastante grosera, sin ninguna imaginación, abundante en elementos de mal gusto, alguna escatología y chistes que, muy pocas veces, despiertan risa. Serie cuyo tipo de público es difícil catalogar, "Scary Movie" parecía desaparecida de la cartelera cinematográfica hace años. Pero reaparece con una parodia de la película "Mamá", quizás aprovechando el reciente éxito cinematográfico del argentino Andrés Muschietti. Una pareja joven integrada por Dan y Jodi, deciden adoptar a las pequeñas hijas de un hermano de Dan, que desaparecieron luego de una tragedia familiar. Criadas como niñas salvajes en medio del bosque, en una cabaña solitaria, las chicas son llevadas a casa de la pareja, a pesar de que la condición de rockera y aficionada a las drogas de Jodi podría ser un obstáculo. A partir de ese momento parece que un espíritu invade la casa y todo se trastorna. El filme trata de hacer una parodia del filme "Mamá", pero logra simplemente una humorada bastante grosera, sin ninguna imaginación, abundante en elementos de mal gusto, alguna escatología y chistes que, muy pocas veces, despiertan risa. También se recurre a burlarse de filmes como "Actividad paranormal" y "El planeta de los simios", en el mismo bajo nivel, con incursión en videos olvidados por anteriores dueños de la casa, que también sufrieron invasión de espíritus satánicos o apelación a libros mágicos que pueden ayudar en este tipo de emergencia. Absurda, tonta, con algunos recursos formales de cine mudo, el filme no despega y quizás sea un poco más efectivo en su primera parte.
Propuesta de sesgo ecológico Da un mensaje a favor de la ecología. Promueve el bien y la belleza con exquisitos seres de bondad. Viejos y tradicionales valores en una bella película original, con acción, seres imaginativos y recordables. Mary Catherine visita a su padre entomólogo en el medio del bosque. Siempre le pareció distraído, pero esto de estar solo (su esposa murió hace un tiempo), lo empeoró. Sin embargo es maravilloso tener un padre que sepa tantas cosas del universo del bosque. Y ahora Mary está al borde de vivir una aventura, su encuentro con la Reina del Bosque, que le deja una misión. "El mundo secreto" es una deliciosa producción animada de Chris Wedge, el mismo de "La era del hielo" y "Robots". Nuevamente se enfrentan las Fuerzas del Bien contra las del Mal. Los Buenos, en este caso, representados como una suerte de elfos, duendes del bosque, que protegen la Naturaleza y están por la Vida y la Luz. Hay animales que los ayudan y los Hombre Hoja forman un ejército aéreo de vigías incansables transportados por picaflores y otros pájaros del lugar. Mary Catherine tendrá aliados divertidos y encantadores como una Babosa que parece un acordeón y un Caracol, además de un jovencito que acompaña al líder de los Hombres Hoja, tan falto de experiencia como ella, pero simpático y valiente. SERES DE BONDAD Como en las últimas películas de animación norteamericana, la heroína es muy fuerte y valiente, el elegido para acompañarla por un tiempo en ese mundo ecológico del bosque es aventurero y bondadoso, pero los que están alrededor, animalitos y seres diminutos son encantadores y están estupendamente diseñados. La reina del Bosque parece escapada del "Peter Pan" de Barrie con un traje suntuoso y el malo, muy malo es tan desagradable como los murciélagos que lo rodean. "El mundo secreto" da un mensaje a favor de la ecología. Promueve el bien y la belleza con exquisitos seres de bondad. El Papá es científico, humano y distraído, pero siempre del lado de la hija a la que enseña que también existe lo que no se ve. Viejos y tradicionales valores en una bella película original, con acción, seres imaginativos y recordables. La música atrae, como la voz de Beyoncé.
La relación filial a la vista Baltazar Tokman, especializado en Diseño de Imagen y Sonido en la UBA, de larga trayectoria en el medio, toma una serie de registros que documentan el hecho de ser padres en el mundo a los que sigue, a lo largo de distintos espacios y tiempos. Desde sus comienzos, el cine documental se ocupó de mostrar la realidad. Los pioneros Louis y Auguste Lumire, más conocidos como los hermanos Lumire, abarcaron cinematográficamente todos los temas. Desde el mundo laboral con "Salida de los obreros de la fábrica", al mundo de las estaciones, filmando "La llegada del tren a la estación", que hizo que el publico huyera ante el susto de ver un tren viniéndoseles encima (fines del siglo XIX). Pero también se ocuparon de la realidad intima, al filmar por ejemplo, en 1895, "La comida del bebé", donde Auguste Lumire con su esposa, en una tranquila tarde hogareña, alimentan a su hijita. Siguiendo esta línea doméstica, Baltazar Tokman, especializado en Diseño de Imagen y Sonido en la UBA, de larga trayectoria en el medio, toma una serie de registros que documentan el hecho de ser padres en el mundo a los que sigue, a lo largo de distintos espacios y tiempos. El resultado es un filme donde vemos distintos padres, madres o parejas de seis países, que filman a sus hijos desde su nacimiento, documentando los hechos significativos de su vida y refiriéndose a lo que significó para ellos ser padres, lo que piensan que sus hijos dirán al ver el registro en el futuro o su opinión sobre la educación que les dieron. REGISTRO VIVAZ Casi un cine amateur, "Planetario", muestra desde la experiencia de un padre que decidió serlo en la India, pero luego del nacimiento tuvo que criar solo al niño por ausencia materna, hasta el ruso que no aceptaba ser padre y se va acostumbrando paulatinamente al hecho o la típica familia cristiana numerosa, que exhibe a su hija, una encantadora rubiecita (primera mujer luego de cuatro varones), pasando por el habitante de Maimará, Argentina, que también da su aporte siguiendo la historia de su pequeño hijo. Dudas existenciales, las hipótesis sobre la educación, el dilema del futuro, el orgullo manifiesto, la religión son temas y sentimientos que sobrevuelan un particular cine testimonial que de tan común, nos resulta curioso y subraya la necesidad, por parte de los que lo hicieron, de fijar un momento irrepetible, continuar la voluntad de vivir y mostrar el amor a través de las imágenes
Con un irresistible encanto Filme ambiguo, transposición absolutamente personal de un director que uno puede odiar o amar, pero que da una versión irresistible, kitsch a veces, elegante otras, musicalmente llamativa (¿y por qué no hip hop y Gershwin?), pero absolutamente sincera y válida. Nick Carraway es algo así como un pre yuppy que llega a Nueva York cuando todo parece florecer y no hay tiempo para la moral. Una Bolsa restallante, llamaradas de alcohol prohibido desde el año 19 y auge del charleston. La cultura del jazz y del ocio, de los millonarios recientes y los aspirantes a serlo. En medio de las mansiones, una casita atractiva y un afrodisíaco para el chico del Medio Oeste caído en el Paraíso. El afrodisíaco es el misterio de Gatsby, el vecino millonario, rico hasta el delirio y los orígenes de cuya fortuna se desconocen. Después vendrán otros personajes esenciales como Daisy, la mujer deseada por el millonario, los desengaños, las amistades y el final. Francis Scott Fitzgerald, representante de esos años de éxtasis efímero fue quien escribió la novela en que se inspira la película y la llamó "El gran Gatsby" (1925). Novela con mucho de su vida de escritor, amante del charme y la riqueza que produjo un pobre Fitzgerald en constante desequilibrio financiero para afrontarla. El también tuvo una Daisy, se llamó Zelda y acabó quemada en el incendio de un psiquiátrico, donde la esquizofrenia la aisló. EXQUISITO DISEÑO El tema es que a Baz Lurhrmann le interesó este clásico, ¿y qué puede pasar cuando un restallante australiano, el creador de "Moulin Rouge" con Nicole Kidman toma un material melancólico y burbujeante? Del lado formal lo mejor, porque nunca se ha visualizado con tanto lujo y fosforescencia las bacanales de la Era del Jazz. Aquelarre felliniano en que gangsters, vamps locas por la fama, aristócratas y artistas convivían en fiestas increíbles que Hemingway evocaría, mientras Faulkner y Dos Passos mostraban la otra cara de esa realidad. El resultado visual es exquisito, siempre que a los románticos le sigan gustando esas ráfagas a que nos tiene acostumbrado Baz y esa mélange dorada que aúna biblias y calefones con terciopelos y rosas. Pero es Luhrmann leyendo a Fitzgerald y sobreimprimiéndolo hasta en sus palabras en varias de sus escenas. Claro que la intensidad de los caracteres parecen no alcanzar densidad, Leonardo DiCaprio tan buen actor, pero tan infantil en el rostro, aunque tan logrado en su estallido de cólera y la reveladora Carey Mulligan, quizás demasiado dulce para ser la amada del millonario y ese singular Tobey Maguire como el pre yuppie que escribe la saga del rico señor de misterioso origen. Filme ambiguo, transposición absolutamente personal de un director que uno puede odiar o amar, pero que da una versión irresistible, kitsch a veces, elegante otras, musicalmente llamativa (¿y por qué no hip hop y Gershwin?), pero absolutamente sincera y válida.
Un extraño triángulo amoroso El filme exhibe cierta superficie plana, que impide despertar entusiasmo, o establecer algún "rapport" especial con sus personajes, más allá de la solidez interpretativa de Valeria Bertucelli (Lucía), o el encanto de Elena Anaya (Ana). La historia comienza con Lucía (Valeria Bertucelli), la que antes de irse de vacaciones con su pareja, convence a su amiga Ana (Elena Anaya), para que les cuide la casa que es muy confortable y tiene pileta. Por algunas conversaciones, sabemos que Ana es actriz y está trabajando en nuestro país, luego de haber llegado de España hace unos meses atrás. También conocemos a Abi (Abigail Cohen), la hija adolescente del primer matrimonio de Lucía y a Ricki (Fernán Mirás), el ex de Lucía, que gusta de Ana. SUPERFICIE PLANA A la directora Victoria Galardi la recordamos por "Amorosa soledad" y "Cerro Bayo". En sus dos películas anteriores se pudo disfrutar de su habilidad para contar cinematográficamente, de su frescura para delinear sus personajes y de la simpleza con que plantea sus historias. Pero también hay que reconocer que aquéllas, revelaban un particular interés argumental. En el caso de "Amorosa soledad", abordaba el tema de la adolescencia y en "Cerro Bayo", una multiplicidad de historias se tejían alrededor de la muerte de la abuela, de la protagonista. "Pensé que iba a haber fiesta" exhibe cierta superficie plana, que impide despertar entusiasmo, o establecer algún "rapport" especial con sus personajes, más allá de la solidez interpretativa de Valeria Bertucelli (Lucía), o el encanto de Elena Anaya (Ana). No obstante Victoria Galardi demuestra saber contar, su historia es fluída, pero el interés no aparece, ni en las relaciones afectivas, ni en los diálogos, ni en el desarrollo de la historia y lo que prevalece es la sensación de que no pasa nada.
Cuando el miedo es algo menor En la versión anterior dirigida por Daniel Stamm, en 2010, había un reverendo evangélico, exorcista de profesión, que se volvió un tanto mediático y quiso que la cámara de video lo siguiera en su tarea, para darle un sesgo verosímil y más allá de cualquier engaño. Había fanáticos, una adolescente poseída y algunos backstage atractivos. Por el contrario, esta nueva versión, empieza casi inmediatamente de la anterior y sigue la figura de la adolescente Nell Sweetzer (Ashley Bell), que, trastornada, se da cuenta que toda la familia desapareció y es alojada, luego de manifestar algunos problemas mentales, en un hogar para chicos problemáticos, donde trata de adaptarse a su nueva vida. En pocos días, Nell, nuevamente será víctima de la constante persecución de una voz maldita y de una fantasmal presencia demoníaca, que parecen no querer abandonarla, lo que provoca que la muchacha se lleve más de un susto. MARTES DE CARNAVAL La acción transcurre en Louisiana, la bella ex colonia, en la que como un detalle de color, asistimos a un martes de carnaval, en cuya fiesta Nell se encuentra con una estatua móvil, que parece formar parte de la troupe demoníaca. Si se compara este filme con el anterior, puede decirse que el actual es una copia lavada del primero. La informalidad técnica de la anterior que favorecía al lenguaje narrativo y acentuaba cierto dinamismo y ambigüedad, en la actual se volvió correcto y su historia carece de magia y de imaginación. "El último exorcismo parte 2" tiene en Ashley Bell, a una excelente protagonista en el papel de Nell Sweetzer y a una desaprovechada Julia Garner (Gwen), en un breve personaje. Lo curioso es que en esta "parte 2" no se habla, como en la primera, de un trastorno psicológico mezclado con un fenómeno paranormal. Mientras que los diálogos resultan banales y los efectos especiales apenas superan el nivel de lo aceptable. Los aficionados al género ya no repetirán los escalofríos que provocaba la primera parte.