Dirigido por Daiana Rosenfeld y Aníbal Garisto, un documental sobre la historia de amor entre America Scarfo y el anarquista Severino Di Giovanni. Una época atravesada por sueños libertarios, violencia, muerte y dolores. La mirada crítica sobre nuestra historia de los años 30.
Notable película de Nicolás Avruj, en su ópera prima documental (es también productor de grandes películas y programas de televisión). Con un material realizado en el año 2000, quince años después montó este film que muestra como ninguno la cotidianeidad de israelíes y palestinos, con una honestidad envidiable.
Darío Arcela dirige este documental de valor antropológico, de los Yshir, etnia de el Chaco paraguayo, y sus ceremonias vitales.
Cada momento histórico tiene su caso policial que queda en la memoria colectiva. En este caso, la vuelta a la democracia de la mano de Alfonsín, con un aparato represor todavía intacto y mano de obra desocupada. Y en ese marco, Arquímedes Puccio organiza un clan con su propia familia, un caso tan extraño que se estudia en criminología. El acierto de Pablo Trapero, no sólo su lenguaje cercano a la urgencia del policial, con un buen montaje, sino que el guion, fruto de una profunda investigación, devela que Puccio padre tenía protección aún en democraci. También que Alejandro, el rugbier, se debatía entre la culpa y la ambición, y que el resto de la familia, víctima y victimaria, sabía perfectamente qué ocurría en esa casa. Por momentos, los inserts de la realidad de Alfonsín se sienten extraños y la primera parte no tiene una gran fluidez, aunque el final se encamina con fuerza. Una mención aparte merece el elenco: Guillermo Francella se luce en el registro ajustado y medido de un verdadero monstruo y Peter Lanzani une la frescura, la oscuridad y el miedo de su criatura. Tendrá un seguro éxito.
Por fin llega esta película de Roman Polansky, con dos grandes actores: Emmanuelle Seigner (esposa del director además) y el increíble Mathieu Almaric. Un teatro parisino, una audición a la que una actriz llega tarde y un juego de seducción y dominación insolente y brillante con guion del propio director , el autor de la obra (actualmente en Buenos Aires) y la referencia a la novela de Sacher_Masoch. Suma de talentos.
Una película que entretiene al espectador porque narra un hecho policial con distintos puntos de vista, con una intriga, pero de paso pinta a una sociedad donde se mueve el financista corrupto, la esposa que sale de su anestesia, el chico estigmatizado, el escurridizo oportunista y muchos más. Un interesante coro de oscuridades humanas.
Con una gran producción y cameos de muchos famosos, esta segunda parte de Ted, el oso políticamente incorrecto, no tiene la frescura de la primera. Termina ,siendo un alegato por el reconocimiento de la humanidad del peluche, más tierno que gracioso. Siempre con ese humor zafado y llamado “fumón” (hecho por quienes parecen estar drogados), pero ya sin sorpresas.
Nanni Moretti y una dolorosa experiencia personal que devino en una gran película. La muerte de su madre durante la filmación de una película. Aquí, su alter ego es una mujer (Maegherita Buy) y se muestra el caos de una filmación costosa, la madre de la directora que empeora su salud entre la lucidez y la locura, un actor con delirios egocéntricos (genial John Turturro). Pero también, el foco está puesto en tres mujeres: la protagonista, su hija y progenitora en una interrelación conmovedora, mirada con ternura por el único hombre de la familia, papel secundario que se reservó el director. Humor, dolor, desconcierto, planos de realidad y fantasía, convicciones e inseguridades. No se la pierda.
Dirigida por Barry Levinson, que adaptó una novela de Phillip Roth que le permite a Al Pacino un buen lucimiento, porque encarna a un actor ya en su decadencia, que ya no puede memorizar las obras, y tiene fantasías y realidades mezcladas, que obligan al espectador a estar atento y no caer en trampas. Profunda mirada sobre la naturaleza humana, ideal para este actor que no piensa en el retiro.
Volver con esta franquicia de Marvel, otra vez a los orígenes, para reinaugurar una saga, fue un riesgo que se superó sólo en parte. Tomar la historia de dos chicos leales desde la infancia y llevarlos a un superlaboratorio, sumado a los otros dos integrantes del grupo, resulta solemne, oscuro, con un argumento pomposo, casi sin humor. Hay buenos efectos especiales, los actores son talentosos pero desaprovechados: Miles Teller, Kate Mara y Jamie Bell.