Con este titulo más que explícito, en inglés traducido es “inolvidable, muy pocas sorpresas quedan para el espectador. La trama del hombre que se casa por segunda vez y que tiene una esposa enajenada que no puede resignarse no hace más que utilizar el prototipo hollywoodense de la “loca” puede ser una amante, una niñera, una actriz. Siempre será linda, perfecta y cruel hasta la medula. Por su parte las victimas son ingenuas hasta la exasperación. Aquí, la ex esposa despechada le roba el teléfono a su rival, lo hackea, y descubre un secreto jugoso. Esa mujer tuvo un novio violento al que mando a la cárcel y ahora esta vivo. La mala se hace pasar por la buena para atraer al violento y provocar todos los desbarajustes. Lo demás no deja de ser previsible. Y hacia el final ciertamente ridículo. Katherine Heighl no se mueve ni un minuto de una actitud gélida con mirada asesina. Y Rosario Dawson con un personaje que peca de naif hasta el límite. Entretenida de a ratos, plaga de lugares comunes, previsible.
El tema es una banda que decide secuestrar a la hija de un comerciante en diamantes para pedir el brilloso rescate. Pobrecitos ellos se llevan a una chica poseída por un fortísimo demonio que ya despanzurró a su propia familia. Así que el teléfono para pedir el rescate no lo contesta nadie. El más pequeño de los problemas. Y luego la posesa se dedicara a hurgar en los secretos de cada uno de la banda, los asustará con muertos vivos y los transformará en monstruos que tienen una repugnante lengua de calamar. Muchos gore, golpes de efecto, luces apagadas y efectos violentos. El argumento es apenas una escusa para mostrar escenas técnicamente bien hecha con el solo objetivo de asustar.
Un documental de Julia Martínez Heimann y Konstantina Bousmpoura que registra con sensibilidad y talento como se formo la Compañía Nacional de Danza Contemporánea. Las injusticias y despidos que sufrieron desde en Teatro San Martín, incluso al mismo tiempo en que eran premiados por su talento. Pero también como se esforzaron y se pusieron al hombro la responsabilidad de crear un colectivo artístico. Y no se ven los minuciosos ensayos, la belleza de su arte. Sino las discusiones por generar respeto y reconocimiento de derechos, defender la necesidad de opinar y a la vez de entrenarse como los mejores. Las protestas por conseguir una Ley Nacional de Danza que se presento como proyecto y que aun no se concreta. Valiosa y valiente.
Es la reconstrucción minuciosa de los atentados que ocurrieron en la maratón de Boston el 15 de octubre de 2013.Lo que hace el director Peter Berg que es también coguionista con Matt Cook y Joshua Zetumer es armar cronológicamente lo que ocurrió con foco en un grupo de historias individuales y luego el enorme operativo que sello la ciudad en la búsqueda de los dos hermanos que planearon y construyeron las bombas caseras. Tres muertos y 264 heridos, muchos mutilados, fueron el resultado trágico. Con un elenco encabezado por Mark Wahlberg, también productor, junto a Kevin Bacon, John Goodman, J.K. Simmons, Michelle Monaham entre otros, todo esta armado como un rompecabezas, entre dramas de muertos y heridos, los clichés habituales en series televisivas, con el enfrentamiento entre las fuerzas policiales locales y el FBI, el espectacular operativo realizado en un hangar para descubrir con cámaras callejeras a los autores, y el impresionante rastreo por toda la ciudad para dar primero con uno y por fin con el menor. Con un suspenso bien manejado y apelando siempre al orgullo de una ciudad que realiza esa carrera en un día patriótico (que es el título en ingles) y que se unió emocionalmente para recuperarse del estupor, las heridas y el dolor. Muy para el mercado estadounidense pero por la difusión que tuvo seguro funcionara en todas las audiencias. De ritmo sostenidos, con mucha factura de miniserie, como falso documental, entretiene sin fisuras aunque constantemente llegue a lugares comunes en el género.
Una historia romántica, que se inscribe en el final de la Primera Guerra Mundial, que Francoise Ozon dirigió y también escribió junto a Phillipe Piazzo, inspirándose en el film de Ernst Lubitsch “Broken Lullaby” que se conoció como “Remordimiento” y en donde se baso esa película de l932, la obra de Maurice Rostand. Rodada en blanco y negro con momentos de color, con dos grandes actores Pierre Niney y Paula Beer. En un pequeño pueblo alemán todos lloran a sus muertos, luego de la guerra. En especial una joven solitaria que vive con quienes iban a ser sus futuros suegros. Ella concurre a diario a ver el cenotafio de quien fuera su novio. Un día descubre a un francés que dejo flores en esa tumba y cuando se conocen él se presenta como un amigo del muerto. Es mas en sus relatos hay hasta una cierta tensión sexual que sugiere otro tipo de relación. Esta situación le permite a Ozon reflexionar sobre el amor, las pérdidas y la culpa, las heridas abiertas por el odio que dejo el conflicto bélico, el deseo de muerte. El desequilibrio que no permite encontrarle el sentido a la vida. Una confesión sobre lo que realmente ocurrió desbrozando tanta mentira quiebra la relación pero con el tiempo el perdón es posible y algunas otras ilusiones melancólicas de ilusiones partidas. Con una gran reconstrucción de época, actores sensibles, llena de detalles reveladores y apuntes de reacciones humanas, la seducción del film avanza con una visión seres perdidos en la sinrazón de la guerra.
Se trata de una comedia de enredos donde cada uno de los seis personajes juegan una trama precisa donde todo se complica, cada vez en una vuelta de tuerca de delirios, planes y confesiones. Podría ser tranquilamente una obra de teatro, con puertas que se abren y se cierran y personajes acelerados y desorientados buscando la sonrisa. Dirige con buen pulso para el género Inés Paris, responsable del guión con Fernando Colomo. Casi todo transcurre en una cena, en una bella casona, donde un realizador busca interesar en su proyecto a Diego Peretti que hace de si mismo. La esposa y dueña de casa desesperada porque es actriz y su marido y la productora nunca la consideran en sus proyectos, sufre la llegada de su ex marido con su novia actual para enrarecer aun más clima de intrigas. Con todos estos elementos, un toque policial para agregar algo de tensión, se agita y así la trama que se retuerce sobre si misma y se complica, es amable y divertida. Pero también hay que decir que algunas situaciones son sorpresivas y otras previsibles. Con un elenco eficaz: Belén Rueda, Eduard Fernández, Mariah Pujalte, Pele Martínez, y Patricio Montero, además de Peretti. Un entretenimiento amable para aquellos que aman la comedia ligera.
Ya se sabe que el género del terror tiene adeptos incondicionales. Pues bien esta vez tendrán un plato más suculento. Los policías de un pequeño pueblo descubren una matanza familiar y de yapa en el sótano de la casa encuentran el cadáver de una hermosa mujer conservado de maravillas (Ofelia Lovibond). Ese cuerpo no presenta signos de la violencia desatada a su alrededor y esta semienterrado. . Para resolver el misterio lo llevan a la morgue local, convenientemente ubicada en un sótano de pocos accesos, donde trabajan un padre y un hijo (Brian Cox y Emile Hirsch). Pero el cadáver se las trae. No tiene signos externos como causa de muerte pero tiene reservadas originales, asquerosas y malditas sorpresas. Todo el proceso de disección del cadáver con revelaciones impensadas aporta una intriga, con golpes de efecto de luz y sonido, que juegan muy bien los actores, con esa mujer muerta que parece viva. Y que no responde a la lógica de la biología humana. Pero hacia el final la peli comienza a transitar los carriles ya conocidos de visiones, luces que se apagan, y otras delicias ultra usadas por el género. Podría haber tenido mucho mas vuelo si se mantenía solo el clima amenazante que con pocos golpes de efecto se observa durante la autopsia. Una pena. Sin embargo con el “exquisito” cadáver el realizador tiene hallazgos y situaciones al borde de la repulsión de logrado impacto. Por eso los fieles al género festejaran los momentos de originalidad del director noruego Andrè Ouredal.
Es una película de animación coproducida entre Uruguay y Colombia, con la dirección de Alejandro Soderguit un guión adaptado de la novela de Sergio López Suárez. Una bella anécdota de la infancia, con zonas oscuras, perfecta para grandes y chicos. La historia de una niña cuyo nombre y apellidos son palíndromos, que se leen igual hacia delante o hacia atrás. Una chica capicúa como la llaman en el colegio. Y lo que le ocurre con compañeras fieles, un chico que no repara en ella y una enemiga se arma un argumento lleno de matices hasta el descubrimiento de verdades que les encantarán a los más chicos. Con sueños y pesadillas muy bien logrados, donde el talento y la creatividad suplen el presupuesto acotado, con una animación simple pero poética y bien lograda. Un verdadero hallazgo.
Un documental de la argentina María Laura Vázquez que cuenta la historia del surgimiento del líder venezolano con el seguimiento de ocho personajes que recuerdan con admiración e infinito cariño todos los logros de su gobierno. Con imágenes inéditas y una historia armada especialmente para quienes admiran y nada cuestionan la vida política de Hugo Chávez y todo el proceso vivido de su gobierno, su enfermedad y su muerte.
Con un público cautivo que permite una saga tan popular y prolongada, esta nueva entrega esta a la altura de las expectativas de sus fans. Carreras y más carreras de autos. Por la Habana, con un auto casi destruido y en llamas como para un aperitivo antes de los títulos. Y después una trama donde el Dom Toretto del inefable Vin Diesel se ve obligado a ponerse en contra de su propio equipo por obra de una malvada encarnada por la bellísima Charlize Theron. En el elenco la habitual acumulación de nombres famosos que esta vez incluye la participación de la mismísima Helen Mirren. Pero están Jason Statham, Dwayne Johnson, Michelle Rodríguez, Kurt Russell, Tyrese Gibson, Ludacris, Scott Eastwood y siguen los nombres. Reclamados por tratarse de un tema de seguridad nacional, tendrán todos los autos que quieran, delicias de los fans. Y la velocidad característica con autos guiados a distancia, con cables que tratan de inmovilizar a Toretto como una versión “fierrera” de la muerte de Tupac amaro. O una carrera en el Ártico con un submarino que rompe los hielos. O carreras por una Nueva York atestada de gente. Un poco larga pero efectiva y con el mensaje de que primero es la familia como en el pasado decía el legendario Campanelli de la tele argenta. Vin Diesel uno de los trece productores asociados la tiene clara: Una receta básica que acumula cada vez más fantasía en las carreras y persecuciones, a tal punto que para la numero nueve los fans piden que el clan se vaya al espacio. Ver para creer. Mientras tanto esta entrega numero ocho brinda lo que siempre promete la saga.