La película de Valeska Grisebach es una reformulación del género de cowboys pero trasladado a la actualidad, con un tratamiento sutil, que crea constantemente tensión pero que nunca cae en un efectismo tentador o algún pecado grandilocuente. Un grupo de obreros alemanes son destinados a una zona rural de Bulgaria. Tienen que realizar una obra hídrica y llevan consigo esa carga de pueblo invasor que no olvidan y al que hacen referencia de palabra y con los hechos, como izar una bandera alemana en su campamento. Los vecinos del lugar los miran con recelo. Uno de los alemanes, el jefe, cree que puede llevarse el mundo por delante, mostrarse grosero con una bañista, quitarle el agua al pueblo. Entre su personal un hombre fuerte, muy flaco, guerrero de muchas batallas, pretende lograr un entendimiento con los hombres del lugar, aún con la terrible barrera idiomática. Un solitario y melancólico protagonista que busca arraigarse por amistad, lealtad, compañerismo. Nada será fácil, todo parece irreconciliable, “Cualquier cosa puede pasar en un pueblo” le dice uno de los líderes. La inteligencia del guión, escrito por la directora, y su talento para captar climas, detalles, lo sórdido y lo bello que surge entre esos hombres migrantes, dominantes y dominados. Todos tienen un código de comportamiento y zonas oscuras. No faltan los duelos, las armas, un caballo blanco, peleas, rivalidades. Momentos emotivos, y otros donde la violencia se palpa. Pero en un mundo como en el que nos toca vivir. Inteligente film con muy buenos actores.
Un documental muy interesante sobre un ser humano que es un artista nato, que a través de su talento logro expresarse pero que también tiene la sinceridad de contar como sus frustraciones lo llevaron al delito y a la cárcel. Con una transparencia en sus testimonios absolutamente conmovedora, lo que permite que este trabajo del director, autor del guión y productor Luciano Zito, es abrir la cabeza y la comprensión para alguien con un destino que pudo ser previsible. Uno de esos destinos trazados por la adversidad y la falta de recursos, la soledad y la incomprensión. Pero el caso del artista Jorge “Cacho” Fortunsky escapa a los lugares comunes y los prejuicios. Con su habilidad para dibujar, tallar, acometió una tarea enorme: crear 30 esculturas de cemento y hierro de dinosaurios a tamaño natural que pueden verse a un costado de un pueblo pampeano, Eduardo Castex, por la ruta provincial 102. Tan singular su obra como su historia. Una documental valioso.
Un policial que se inscribe en las mejores tradiciones del genero, pero que también pone de protagonista a una ciudad seductora como El Cairo, (aunque casi toda la película se filmo en Marruecos, porque el director su equipo fueron echados del país) y fundamentalmente al tiempo de cambio de la primavera árabe, que moverá todo el tablero de poder de tantos años del régimen de Mubarak que habían aceitado al máximo la corrupción política y por ende policial. Todo el film se basa en el devenir de un policía, Noredin Mustafá, su superior Kammal Mostafá, su padrino y su tío. La rutina de este oficial es recaudar las coimas de protección de vendedores ambulantes, planear con su familiar de donde sacar ganancias, sin importar el origen y sacar ventaja de todo lo que ve. Pero un hecho sangriento sacude su rutina y terminará de sacarlo de su eje, de su zona controlada. Pero, como un primo lejano de Philipe Marlowe, algo de su instinto lo obliga a buscar una verdad, una justicia poética que lo pondrá en peligro. Una cantante popular es encontrada degollada, la escena del crimen se contamina sin problemas, el encontrará la punta de un ovillo y en el camino será ascendido, seducido y con graves problemas. Un film intenso, bien realizado, que mantiene el suspenso a la perfección, pero también muestra las entrañas de una corrupción enraizada en una sociedad dispuesta al cambio. El director y guionista Tarik Saleh ( nacido en Estocolmo, de madre suiza y padre egipcio) filma con talento y mete al espectador en esa mezcla de suspenso, zona oscura de peligro sin héroes impolutos, con un entorno que fascina y da miedo, mostrando las entrañas de un mecanismo implacable de inmoralidad. Es un film de género pero sin artificios y una cuota de mirada inteligente del entorno que lo saca del mero entretenimiento y lo transforma, también, en un film político. Grandes actores, buenos climas, una película para no perderse.
La secuela de la película “Los Increíbles” comienza en la misma escena donde concluye la primera parte. Debido a una serie de incidentes, Bob Parr (“Mr. Increíble”) y su familia se verán obligados a sobrellevar nuevamente una vida ordinaria, por fuera de aquella de superhéroes. Helen Parr (“Elastigirl”) será llamada a conducir la campaña mediática a favor de todos los “súper” del mundo. Misión no exenta de peligros ya que para llevarla a cabo deberá enfrentarse al temible y escurridizo villano que hace su aparición en esta nueva entrega. Entretanto, Bob deberá asumir con responsabilidad el quedarse al cuidado de las tareas domésticas, lidiando nada menos que con la tímida adolescente Violeta, el inquieto Dash, y Jack Jack, el bebé con superpoderes. Para evitar que “Rapta-pantallas” controle la ciudad, la familia Increíble, acompañada por el inseparable Tío Lucio (“Frozono”), deberá aunar fuerzas y actuar en conjunto una vez más. El film transcurre en una hipotética –aunque verosímil- década del ’60, lo cual le otorga un sugestivo clima de época con una estética sensacional. Desde el comienzo ya perfila el vértigo argumental apuntalado en potentes y convincentes escenas de acción. No descuidando, por ello, alta dosis de humor y comicidad en torno a las diversos cuadros que retratan la dinámica familiar, donde cada uno de los Increíbles hace gala de sus superpoderes. Definitivamente las escenas más celebradas por el público serán aquellas que tengan como protagonista a Edna Moda o al pequeño Jack Jack haciendo uso indiscriminado de sus poderes recién descubiertos. A pesar de estar plenamente dedicada a la lucha contra las injusticias, en todo momento “Elastigirl” se muestra como mujer y madre antes que como superhéroe. Precisamente por esto será que hacia el final bien dice uno de los personajes: “Ejercida debidamente, la paternidad es un acto heroico”.Aunque el film trata de suspender ciertas narrativas recurrentes en la industria cinematográfica al proponer, por ejemplo, al padre como encargado de la dinámica hogareña, finalmente no evita que el mensaje de la familia unida prevalezca por sobre otros, quizás, más valiosos. En una época como la presente donde las películas de superhéroes dominan las pantallas, “Los Increíbles 2” despliega de forma consistente una sólida propuesta para el entretenimiento garantizado del público de todas las edades. (M. S.)
O como hacer una comedia innovadora, donde en un clima de fin de curso de la secundaria las preocupadas por el debut sexual son las chicas que en ningún momento son presionadas por adolescentes fuera de control, siempre hacen lo que sienten y solo se enteraran mas tarde que sus padres se pasaron la noche en una loca carrera por frenarlas sin éxito. Esto es lo que ocurre en el debut como directora de Kay Cannon (muy conocida como guionista por “Pitch Perfect” y “30 Rock”) sobre un guión que hicieron seis hombres y produjeron varios, entre ellos Seth Rogen. La acción transcurre en dos planos, el de las adolescentes que deciden del baile de graduación perder su virginidad, una porque esta de novia, y le parece que es “el día” y las otras dos solo porque son amigas y quieren festejar ese día juntas en el futuro. Las otras dos eligen al azar a sus compañeros. Nada de esperar a que ellos inviten. El otro carril corre por cuenta de sus padres, una madre soltera que no quiere que su hija repita sus errores y absolutamente dependiente de su nena, un padre sobreprotector que la crió como una luchadora y no confía en ella y otro progenitor ausente, que se arrepiente de su lejanía, que sospecha que su hija es lesbiana y no quiere que se vea forzada por apariencias a debutar con un chico. Todo el film se centra en esos adultos, al estilo de un dislocado “rápido y furioso”, con algunos momentos memorables y otros francamente de mal gusto que parecen inevitables en las comedias norteamericanas actuales. Se luce especialmente Leslie Man con su madre vulnerable y en una escena de humor físico increíble, El forzudo John Cana una especie de Scwarzenegger con buen timing para la comedia y Ike Barinholtz con esa dualidad de oscuridad y gracias que llama la atención. Para pasar un buen rato y festejar este cambio de rol de las mujeres en las comedias livianitas.
O la voz de los que carecen de ella, envueltos por una gran ciudad que los cobija y los engulle, en este caso San Pablo. Esos seres anónimos que luchan por sobrevivir aun en circunstancias por demás adversas, con familias que apenas pueden preservar sus vínculos, cada uno con sus soledades, dolores, frustraciones y apenas algún gesto solidario, o un lazo afectivo que resiste los peores embates. Son nueve las historias de este film coral, que el director y guionista André Ristum muestra en largos planos secuencias para poner de manifiesto la realidad inapelable en la que viven. Una cantante y bailarina de caño, una madre alcohólica y malvada, un hijo telemarketero que sostiene una fantasía, una vendedora y su hijo presionada un padre con problemas de salud, un portero y cocinero, empleadores abusivos y perversos. Una sociedad indiferente, martillada desde los medios por mensajes evangélicos constantes y un eclipse de luna. El marco para que se definan vidas. Ese entorno es mostrado por el director, con un clima nocturno y fantasmal que podría ser de cualquier ciudad grande. Y lo que le ocurre a cada personaje bien construido se filtra en detalles, confesiones, gestos mínimos, secretos demasiado guardados. Un mosaico de seres que nunca necesitan de la explosión emotiva ni del golpe bajo para llegar a emocionarnos legítimamente. Grandes actuaciones, y una intriga que se produce en cada entre cruzamiento de historia para terminar de amar un rompecabezas bien diseñado y mejor filmado.
Después de éxito globalizado de “Perfectos Desconocidos” (aquí transformada en obra de teatro, dirigida por Guillermo Francella es uno de los éxitos de la temporada) a Paolo Genovese le pedían una segunda parte con todo tipo de presiones. Entre las muchas opciones apareció esta idea basada en la serie “Booth at the end” que el director guionó con Isabella Aguilar. Una historia que supone aceptar a un ser misterioso que en un restoran, en la misma mesa que ocupa día y noche, recibe a sus clientes ansiosos. Ellos necesitan un milagro y van por él aunque el precio sea terrible. Ese hombre les promete hacer realidad sus deseos a cambio de tareas terribles. ¿Qué seriamos capaces de hacer para salvar la salud de un hijo? ¿O sacar del Alzheimer a un esposo? , ¿Mejorar relaciones familiares, aspectos físicos, recuperar la fe y otras necesidades? Entre los pagos se reparten asesinatos, atentados, secuestros, golpizas brutales. Las preguntas se multiplican con la flexibilización de las convicciones religiosas, morales o de conciencia. Un ejercicio que tiene poca movilidad para los actores, siempre sentados en esa mesa, con ese señor supuestamente poderoso, un dios, un diablo o lo que la imaginación le otorgue. Todo deviene en un ejercicio forzado, con entrecruzamiento de historias, poco original y ciertamente rutinario y no muy entretenido. Con buenas actuaciones de los mas conocidos actores del cine italiano actual, con buenas intenciones, pero…
Un film de terror que primero se nutre del thriller psicológico antes de internarse e los elementos fantásticos. Cuatro amigos que deciden hacer una caminata en suelos nórdicos, pero que llevan sobre sus espaldas un hecho sangriento que le costó la vida a un quinto integrante del grupo de secundaria que sigue unido a través de los años. La película inicia con clima policial, con ese violento asalto que demuestra que la cobardía a se impone contra otros valores en situaciones límite. Con esa herida sin cicatrizar para todos, con la sospecha de lo que ocurrió, los cuatro hombres adultos deciden una vacación que también será una suerte de homenaje para el muerto. Pero cuando se internan en un bosque, para ahorrar camino y se pierden, comienza el miedo. Y una amenaza que reaviva culpas hasta visualizarlas constantemente. Pero si bien durante el recorrido del film se mantiene la atención y la tensión, con situaciones misteriosas, comprobaciones terroríficas y víctimas, se llega a un punto fallido. Suele ocurrir muy frecuentemente en el género: Cuando hay que mostrar al monstruo y sus aliados esa tensión acumulada se desvanece sin remedio. Pero no hay que negarle mérito al director David Bruckner en la construcción del film y a su guionista Joe Barton basado en al novela de Adam Newill. Un buen durante que les gustará a los amantes del genero.
Todo comenzó en Chile con el éxito desmesurado y único de una comedia dirigida por Nicolás López, que se convirtió en un fenómeno generacional en su país, fue la película mas vista en la historia de ese país y provocó que muchos países compraran los derechos para hacer su versión local. Como México, Argentina (se conocerá dentro de poco como “Re-loca”) y España. Quizás eso explique porque aunque el filme lo dirija alguien tan admirado como Santiago Segura, lo haya tomado como “por encargo” para hacer rutinariamente una remake calcada de la chilena con algunas modificaciones para el tono local y no mucho más. Y aunque la protagonista sea la siempre talentosa Maribel Verdú, esta no deja de ser una comedia apenas pasable sobre la rebelión de una mujer que un día decide decir basta y nadie la comprende. Parece que el mundo masculino solo tiene una explicación que se repite como chiste, que la protagonista esta con la menstruación como única manera de comprender un hartazgo demasiado evidente. El resultado es leve, intrascendente.
Con la dirección de Emanuel Josué Galván, este documental que refleja sobretodo todo lo que ocurrió en el mundial de Brasil, especialmente con nuestra selección, se presenta como un trabajo de “un hincha para el hincha”. Pero no solo se trata del resumen deportivo de la competencia realizada hace cuatro años, y en víspera de un nuevo mundial, con oportuno estreno, sino que se dedica a indagar cuestiones no tan en primer plano. Como los manejos políticos o los enjuagues económicos, corrupción incluida que rodean al futbol, con casos notorios y en ejecución en la actualidad. Pero por sobre todo una manera de investigar de que va la verdadera pasión por el deporte, ese lado motivacional para vivir que significa para millones, si esa adhesión emocional hace que todo lo demás, bueno y malo se deje de lado. Un interesante combo de recuerdos y cuestiones morales, económicas y de poder que se mueven entre las sombras.